Asis
La atención a los detalles en cada etapa del proceso vinícola asegura no solo la calidad, sino también el carácter y la singularidad del vino. Desde la selección de uvas hasta la crianza, cada paso convierte un buen vino en una experiencia excepcional.
La tierra: El suelo aporta características que influyen en la capacidad del tipo de tierra de absorber y conservar el agua y la humedad.
El clima: Cuanto más cálido, más potente será el vino, y tendrá más cuerpo y más alcohol. Y cuanto más frío, más ácido y refrescante.
Tipo de uva: Determina el carácter de un vino.
Crianza y evolución del vino: La temperatura de fermentación, el proceso de filtrado y clarificación, el tipo de barrica utilizada para la crianza, etc.